La actual revolución tecnológica es una mutación en los modos de circulación del saber, centralizado territorialmente, controlado a través de determinados dispositivos técnicos y asociado a muy especiales figuras sociales. Las transformaciones en que circula el saber constituyan una de las más profundas mutaciones qe una sociedad puede sufrir. La escuela com insitución tiende sobre todo al atrincheramiento en su propio discurso.El descentramiento significa que el saber se sale de los libros y de la escuela; el saber se sale ante todo del que ha sido su eje durante los últimos cinco siglos: "el libro", cambio dede la invención de la imprenta sufre hoy una mutación de fondo con la aparición del texto electrónico. Estamos ante un descentramiento culturalmente desconcertante, echándole la culpa a la televisión de que los adolescentes no lean.
Lo que en realidad está en la base de que los adolescentes no lean, en el sentido en que los profesores siguen entendiendo leer, o sea sólo libros.Des-localización/des-temporalización: los saberes escapan de los lugares y de los tiempos legitimados socilamente para la distribución y el aprendizaje del saber. No es que el lugar escolar fuera a desaparecer, pero las condiciones de existencia de ese lugar estaban siendo transformadas radicalmente porque el aprendizaje se había desligado de la edad para tornarse continuo. La des-localización implica la desiminación del conocimiento, el emborronamiento de las fronteras que lo separaban del saber común. La diseminación nombra el movimiento de difuminación tanto de las frnteras entre las disciplinas del saber académico como entre ese saber y los otros, que ni proceden de la academia ni se imparten en ella de manera exclusiva.En el racionalismo moderno el sujeto se identificó con el sujeto del conociemiento, en tal sujeto la capacidad de reflexionar sobre su propio saber proviene de un gesto de separación radical entre mente y cuerpo: el axioma pienso, luego existo; la racionalidad del conociemiento propicia una sensación de realidad más fuerte que la realidad misma.Cuando el sujeto real que habita nuestras escuelas no tiene nada que se asemeje a la estabilidad del sujeto cartesiano. La identidad del sujeto que habita nuestro mundo es la de un individuo que sufre una constante inestabilidad sobre su identidad y una fragmentación de la subjetividad cada día mayor. Hoy nos encontramos con un sujeto mucho más frágil, más quebradizo, pero paradógicamente mucho más obligado a asumirse, a hacerse responsables de sí mismo, en un mundo en el que las certezas en los planos del saber, como en el ético o el político, son cada vez menores. Con este sujeto es con quien tiene que lidiar la educación, el de un adolescente cuya experiencia de relación social pasa por su sensibilidad, por su cuerpo. El sujeto del aprendizaje emerge de ese entorno fuertemente corporal y emocional, la escuela le exige dejar fuera el cuerpo de su sensibilidad porque estorba y sus emociones desestabilizan la autoridad de los profesores.

Chomsky ha distinguido en la competencia que es la capacidad que desde muy pequeños tienen los humanos de entender frases nuevas y producir mensajes nuevos, inéditos; y la performance, la actuación, la realización de esa capacidad, entendiendo y produciendo mensajes nuevos con una vieja lengua. En el campo educativo la idea de competencia que predomina sea aquella que se mueve en la lógica del competir más que en las dinámicas del crear, aquella que supedita la capacidad de innovar a la de rentar y que liquida la creatividad social que está en la base del concepto de competencia lingüística y comunicativa.
El concepto de competencia en su sentido cognitivo, habría que asociarlo a otros dos: el de hábitus y práctica; para Bourdieu el hábitus se define como competencia cultural, es decir es la que nos interesa en términos educativos, se hace parte del sistema de disposiciones que hay en el sujeto del aprendizaje, en el que se integran sus experiencias, trayectoria cultural, o los modos de adquirir esas disposiciones. Este tiene que ver con la forma en que adquirimos los saberes, las destrezas y las técnicas artísticas.
Michel de Certeau conceptualiza a las prácticas a ravés de dos caracterizaciones: esquemas de operación: hay un esquema mental sin el cual dicha operación no es posible y los operadores de apropiación con base en esos saber-hacer que traen del campo, saberes orales transmitidos aún de padres a hijos, que son capaces de apropiarse y de tornar útiles los restos.
Hoy la tecnología ya no es puntual, nos atraviesa de punta a punta, tanto que la capacidad de la tecnología de transformar la sociedad va en muchos sentidos, creativos como destructivos pero lo cierto es que hoy no sabes para dónde va. La transversalidad no habla sólo de la transdisciplina, porque no son sólo las fronteras entre los saberes las que se quedaron obsoletas ntre saberes y deberes, la transversalidad de los saberes apunta así hacia esos nuevos sujetos de la educación.
Los saberes indispensables que son aquellos que no siendo funcionalizables son socialmente útiles; estoy hablando de saberes lógicos-simbólicos, saberes históricos y los saberes estéticos.
Saberes lógico-simbólicos: se ocupa de la esructura del argumento posibilitando un pensameinto cuya criticidad no sólo no se opone al rigor sino que de éste su otra base. La importancia de estos saberes reside en su sentido prágmatico y en lo que hoy representan como horizontes de saber: su capacidad de forjar una mentalidad en consonancia con el mundo del conocimiento y con el de las tecnologías informáticas a partir de las destrezas lógicas que ambos requieren.
Saberes históricos: son aquellos capaces de interpelar la conciencia histórica.
Saberes estéticos: se trata de asumir los saberes que hacen´parte de los modos y de las estructuras del sentir, lo que significa empezar a valorar como saber todo aquelllo que el racionalismo del pensamiento moderno relegó al campo de la imaginación y de la creación estética, tenido sólo por valioso por la corriente románticas.
La realidad en la vivimos cotidianamente, a acusa de la globalización y la aparición de las nuevas tecnologías, ya no se asimilan a la sociedad que existía décadas atrás. Y todos esos cambios se reflejan de manera permanente en las instituciones educativa.
ResponderBorrarPor lo mismos, las escuelas no deben evadir la realidad y seguir enseñando como si todo fuera igual que antes, porque ya no están frente a sujetos pasivo, sino frente a jóvenes activos que crecen rodeados de tecnología y que al forman parte inherente de sus vidas son muy influenciados por las mismas